Pues eso... ya de vuelta a casa después de unas semanas de evasión.
Todo se acaba, el viaje a Etiopía, las vacaciones... desago maletas mientras pienso que por mucho que vuelva uno a la rutina, hay cosas que permanecerán inborrables en mi mente, llevaré cargadas en la espalda a perpetuidad... colores, olores, sabores, paisajes, rostros, sonrisas... mil imágenes... pero sobretodo el recuerdo, el conocimiento, la cultura, el vagaje, la experiéncia y un paso más hacia el entendimiento de lo desconocido o según se mire, hacia la incomprensión de este mundo en el que vivimos.
Este tipo de viajes cambian a las personas, a mejor creo yo... aunque esa mejora interna no sé si es demasiado buena, el choque frontal que comporta volver a la realidad es irremediable, te das de morros entrando en conflicto con tu entorno, sumiéndote en una constante contradicción ética y moral que te acerca a gente lejana y a la vez te aleja de los que se supone que son los tuyos.
Tengo la cabeza llena de pájaros y sentimientos que no se si seré capaz de expresar.
De momento os he dejado la primera imagen de la ristra de fotos que os espera... es lo único que os puedo traer de allí... y alguna que otra historieta que espero tener tiempo de contar.
Ya estoy aquí, se supone que he vuelto a "mi vida". Y un huevo. Mi vida es la otra.