Impresiona adentrarse en el bosque y encontrar todos esos pedazos de hierro entre la vegetación, la maleza abrazando la chatarra, unas abolladas alas, trozos de fuselaje y motor esparcidos entre los árboles...
Andando por allí, uno no deja de pensar en la tragédia, te da respeto...
Unas marchitas rosas de plástico coronan los cilindros de un motor lleno de óxido... y el mármol esculpido, recuerda aquellos cuatro muchachos que dieron su vida por salvar la montaña de las llamas.
"La memòria d’aquells quatre joves francesos perdent la vida per apagar un foc ha d’estar sempre present entre la tramuntana que xiula a través la ferralla del DC-6 de l’Albera."
Es sobrecogedor... No conocía esta historia.
ResponderEliminarBufff, nunca hubiera imaginado que ante un accidente se dejaran los restos en el lugar donde ha ocurrido. Tiene que ser una pasada tropezarse con ello. Impresiona solo con ver las imágenes...
ResponderEliminarSaludos de nuevo.
¡Buenas fotos, pardiez!
ResponderEliminarque fuerte me pareceeee!!!!
ResponderEliminarkisses, nú
la verdad es que da un poco de yuyu :/
ResponderEliminarquina por... i això que m'encanta volar i despegar... però cada cop fa més respecte...
ResponderEliminargenials les fotos! ets un reporter!!!!
por si alguien tiene curiosidad de ver un DC-6 "en buenas condiciones"..
ResponderEliminarhttp://2.bp.blogspot.com/_kdcsVoFMTKM/SZ0-qi8w2FI/AAAAAAAARnQ/8-RbybRgfOQ/s400/_0c-130J-30_lg.jpg