El sábado tenía un gran dilema, una gran lucha interna, como va siendo habitual en mi, debía escoger entre la luz y la oscuridad, entre el concierto de Gregory Issacs o el de Alien Sex Fiend.
La verdad es que tenía muchas ganas de ver por fin a los Alien, y cierto es que me decanto mucho más por ellos que no por el anciano precursor del sonido jamaicano... pero finalmente escogí la luz de juntarme con mi amigo y disfrutar de un buen concierto de reggae...
La única oscuridad... en la piel unos excelentes músicos negros.
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