Tiken Jah Fakoly fue uno de los tantos artistas que me recomendó nuestro guía y amigo Seydou Top (para nosotros Topi) en Senegal.
Como no podía ser de otra manera, en cuanto llegué a Barcelona me puse a investigar como un loco sobre este músico marfileño, convirtiéndose en pocos meses en uno de mis artistas africanos favoritos, no tan solo por su música, sino por su compromiso y lucha por el continente olvidado.
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Tras una juventud marcada por su dedicación a la música, Fakoly se hizo conocido en 1993, cuando irrumpió en la escena musical marfileña con un discurso de denuncia y compromiso social en un momento crucial de la historia del país africano: la muerte de Hophuët Boigny, el dictador a la antigua usanza que dirigió Costa de Marfil entre 1960 y 1993. Como también demuestra el caso del gran Fela Kuti, hablar de un artista africano con un perfil políticamente comprometido es hablar de niveles de influencia política y, por lo tanto, de riesgo, impensables para un artista europeo o norteamericano. En 1999, ya consagrado internacionalmente, un nuevo episodio de inestabilidad sitúa a Tiken Jah Fakoly en el centro de la actualidad política de su país. En este caso, las disputas entre facciones rivales que se produjeron tras el golpe de estado de Robert Guéï constituyeron el trasfondo sobre el que el discurso de Fakoly contra la clase política en general y contra Guéï en particular fue ganando popularidad y, con ella, arreciaron las amenazas directas que terminaron con el incendio de su casa, la muerte de su amigo, el actor Camara ASH, y su exilio en Mali. En 2007, al tiempo que su último disco, L’africain, se convertía en un superventas en Francia, Fakoly anunciaba su intención de volver a actuar en Costa de Marfil, un gesto directamente relacionado con el proceso de reconciliación nacional en marcha en el país, que pretende acabar con siete años de guerra civil. Más allá de sus tomas de partido concretas respecto a la situación política de su país, las canciones de Tiken Jah Fakoly transmiten un mensaje de panafricanismo, laicismo y crítica a las principales instituciones de la globalización.
Podéis leer aquí una entrevista
Como no podía ser de otra manera, en cuanto llegué a Barcelona me puse a investigar como un loco sobre este músico marfileño, convirtiéndose en pocos meses en uno de mis artistas africanos favoritos, no tan solo por su música, sino por su compromiso y lucha por el continente olvidado.
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Tras una juventud marcada por su dedicación a la música, Fakoly se hizo conocido en 1993, cuando irrumpió en la escena musical marfileña con un discurso de denuncia y compromiso social en un momento crucial de la historia del país africano: la muerte de Hophuët Boigny, el dictador a la antigua usanza que dirigió Costa de Marfil entre 1960 y 1993. Como también demuestra el caso del gran Fela Kuti, hablar de un artista africano con un perfil políticamente comprometido es hablar de niveles de influencia política y, por lo tanto, de riesgo, impensables para un artista europeo o norteamericano. En 1999, ya consagrado internacionalmente, un nuevo episodio de inestabilidad sitúa a Tiken Jah Fakoly en el centro de la actualidad política de su país. En este caso, las disputas entre facciones rivales que se produjeron tras el golpe de estado de Robert Guéï constituyeron el trasfondo sobre el que el discurso de Fakoly contra la clase política en general y contra Guéï en particular fue ganando popularidad y, con ella, arreciaron las amenazas directas que terminaron con el incendio de su casa, la muerte de su amigo, el actor Camara ASH, y su exilio en Mali. En 2007, al tiempo que su último disco, L’africain, se convertía en un superventas en Francia, Fakoly anunciaba su intención de volver a actuar en Costa de Marfil, un gesto directamente relacionado con el proceso de reconciliación nacional en marcha en el país, que pretende acabar con siete años de guerra civil. Más allá de sus tomas de partido concretas respecto a la situación política de su país, las canciones de Tiken Jah Fakoly transmiten un mensaje de panafricanismo, laicismo y crítica a las principales instituciones de la globalización.
Podéis leer aquí una entrevista
Hola!
ResponderEliminarBon blog i bona entrada. Des del meu punt de vista, en Tiken és a dia d'avui un dels millors cantants de reggae del món.
Si ens centrem a l'Africa el millor, Tiken Jah Fakoly és inclús millor que el també ivorià Alpha Blondie, que encara que també sigui un dels millors, les seves lletres i ritmes són menys animats. No obstant, recomano de l'Alpha Blondy cançons com Afrique Antilles, Travailler c'est trop dur, si on m'avait dit, Brigadier Sabari, etc.
Salut i força.
Tender-man.
PS: Vive l'Afrique, Babylone mourra!
Hola!
ResponderEliminarDes de petit m'agrada Africa i sobretot parlar amb gent d'arreu, per tal de conèixer noves cultures, pensaments,etc. Per aquest motiu, m'agradaria treballar en un futur (quan acabi la carrera) en un ONG o algun organisme similar.
La veritat que m'agradaria anar a Senegal, pel que m'expliquen i esbrino ha de ser molt guapo.
Desafortunadament no puc, he plegat tard de la uni i demà pel matí curro per no perdre la costum.
Curres a una ONG? A BCN?
Salut i força!
Visca el reggae i Afrika!
Tender-man