+ My drawings, sickness & dementia

Ya de bien pequeño daba rienda suelta a mi imaginación plasmando dibujitos sobre el papel. En clase parecía que tomaba apuntes, pero no... estaba dibujando coches, motos, tetas y culos... y el profe contento porque sabía que mientras dibujaba no hacía ninguna otra putada. Ya con 12 años mi afición a pintar iba creciendo a la misma velocidad que mi mostacho y acné, e impulsado por una fiebre "skater" y rapera (por suerte pasajera) encabezada por Mc Hammer, Beasty Boys, y el flipado de Vanilla Ice, me lancé a los suburbios en busca de graffitis y a firmar las paredes con mis rotuladores. Creo que la tontería se me quitó cuando me cazaron en el Corte Ingles robando un Edding 800, así que volví a recluirme en mi habitación a darle al rotulador. Nunca he perdido esa costumbre, incluso en el trabajo guardo siempre bajo el teclado un papelito en el que voy dibujando mientras mantengo soporíferas conversaciones al teléfono.
Bajo el nombre de "My drawings, sickness & dementia", inauguro galería, una pequeña muestra de mis momentos de soledad, representación de mi estado de ánimo, en la que mis manos danzan sin sentido sobre trocitos de papel, siempre influenciadas al son de la música que me envuelve. La mayor parte de dibujos nuca saldrán a la luz, permanecerán en mis libretas. No tienen nombre, ni tan siquiera tienen sentido...