Un par de veces al año aquí en el trabajo pasamos "examen", primero con la auditoría de cuentas y más tarde con la renovación de la ISO.
Hoy he sufrido mi buena sesión de preguntas, una hora hablando de procedimientos, normativas, objetivos, certificaciones, registros... dando explicaciones de lo que haces, por qué lo haces y cómo lo haces.
El nerviosismo previo se repite cada vez, padeciendo la misma sensación que cuando estábamos en el colegio en época de exámenes, pero con el agravante que implica la responsabilidad de cometer un error que pueda comprometer el cargo del que estás al frente y las repercusiones generales que puede tener hacia la empresa.
Mamá... he aprobado :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario